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Interviste
 
OSVALDO BERLINGIERI. EL PIANISTA DE LOS AŅOS DORADOS
Intervista di Sandra de la Fuente,

Ocupó el puesto de pianista en la orquesta de Troilo cuando Osvaldo Manzi se fue. Produjo una verdadera revolución allí. 

 

 

Troilo me dio libertad, por eso fue el cambio de sonoridad que a muchos tangueros no les gustó.

 

Se decía que usted venía del jazz. Eso producía rechazo. 

 

Nunca hice jazz. Había hecho música tropical con una orquesta muy famosa aquí en otros tiempos, "Los estudiantes". Con la orquesta del Gordo no se podía improvisar, solamente cambié algunas formas de los solos porque Troilo me lo permitía. No hacía nada sin permiso de Pichuco. Me dio un poco de libertad y cambié el solo de Inspiración y en Quejas de bandoneón agregué un glissé que lo hacen todos los bailarines. Pero no me puse de prepo a cambiarle la orquesta. Tocaba la música que estaba escrita, que era la misma que hacían todos los pianistas, con mi forma y mi sonido.

 

¿Cómo reaccionaba la orquesta ante las críticas? 

 

Una vez tuve un gravísimo problema con un periodista. Había una revista muy amarilla, Así. Al periodista este, que también trabajaba de cana, lo llamaban el doctor Sierra. Era un tipo muy raro: le gustaban D'Arienzo y Piazzolla. ¡Eso no puede ser! O te gusta uno o te gusta el otro, pero los dos… ¡no hay manera! El periodista policía publicó una foto de mi cédula, con los números abajo como se hacía antes y tituló "El asesino de la orquesta de Aníbal Troilo". Se lo comenté al Gordo. Le dije que si a él le parecía, yo me iba de la orquesta,Rolex Replica porque no quería perjudicarla. Me respondió que no era yo el que se iba de la orquesta sino que el tal Sierra se iría de la revista. Llamó. Nunca más se volvió a publicar algo así. Ahora, le voy a decir de verdad lo que creo. Yo fraseaba de otra manera, pero el que aportó algo realmente diferente a la orquesta fue Orlando Goñi. Todos los pianistas de la orquesta queríamos tocar como tocaba él.

 

¿Qué buscaban imitarle?

 El sonido. El tenía una manera muy dulce de tocar el piano porque había estudiado, poco pero en serio, con Scaramuzza. Tenía una mano izquierda muy interesante. Todos queríamos tener esa mano izquierda. Los pianistas que estuvieron entre Goñi y yo aportaron poco y nada.

Y a Goñi ¿también lo criticaron? 

 

Por supuesto, decían que tocaba sólo tres notitas con la mano izquierda. ¡Tocaba todo! Era tremenda la gente de tango de aquella época.

 

En este renacimiento del tango ¿ha escuchado a algún pianista que le interese? 

 

Cristian Zárate me gusta, tiene talento y estilo. Pero la verdad es que no me dan ganas de escuchar al resto de los pianistas; aportan un poco. Están estudiando. Hay chicos que estudian mucho y tratan de copiar pero no vale la pena imitar; el estilo es personal, no puede imitarse. Si no fíjese lo de Barenboim.

 

¿No le gustó el disco de tangos que sacó?

 

Mire, me habían invitado a la sesión de grabación de ese disco. Cuando llegué estaban con La Cumparsita. Ahí pregunté, ¿esto va de verdad? Sí, me dijeron. Venía A fuego lento entonces me quedé. Para Barenboim es una pavada hacer eso. Yo tardé quince días en aprenderlo bien para poder grabarlo con Pichuco. El, en cambio, lo lee y ya lo está tocando. Pero, claro, sin ninguna replicas de relojes personalidad. Lo que hizo ya lo había inventado Salgán y lo hacía bien. Barenboim no Patek Philippe replica orologi puede hacer eso. Si quiere tocar para vender sus discos y enamorar a las mujeres que haga uno con el repertorio de Chopin y las mata a todas pero, por favor, que no toque tango.

 

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